Dentro de los procesos de diálogos nacionales, la Secretaría de Cumbres organizó una serie de encuentros previos en los que organizaciones de la sociedad civil (OSC) se reunieron para dialogar entre sí y formular recomendaciones camino a la próxima Cumbre de las Américas que se hará en Estados Unidos.
Se llevaron a cabo estas conversaciones previas en casi todo los países de las Américas. Estas son las experiencias de algunas OSC de Bolivia, Nicaragua, El Salvador y Colombia que participaron en estos encuentros.
Moira Vargas, de la Fundación Construir en Bolivia; Nicolás Noyola, de Cecade en El Salvador y Carlos Rodríguez, de Ocasa en Colombia presentaron sus experiencias y conclusiones de los PrepTalks.
En términos generales, las OSC coincidieron en que este fue un ejercicio interesante y novedoso. De acuerdo con lo expuesto por los representantes, la metodología de los encuentros les permitió llegar a algunos puntos y conclusiones de manera ágil.
Las PrepTalks están programadas inicialmente para tener una duración de 3 horas en las que la discusión y la formulación de recomendaciones representan el 60% del tiempo total de este ejercicio. La metodología estipula que las recomendaciones deben cumplir con cinco criterios: ser específicas, medibles, alcanzables, realistas/relevantes y puntuales. Estas recomendaciones son compiladas en un documento final que no debe ser muy extenso. Máximo de 800 palabras.
Desde Nicaragua un miembro de una organización afirmó que “lo consideramos novedoso porque ninguna secretaría de la Cumbre nos ha consultado antes sino que nos consultan a posteriori de que se definen los temas de agenda de la Cumbre”. Por su parte, Carlos Rodríguez, de Colombia añadió que “es un tema necesario antes del escenario de diálogo con las autoridades de los países para coordinar las posiciones”.
Aspectos a mejorar
Si bien las organizaciones destacaron la importancia de este espacio, señalan algunas opciones de mejora. Lo primero, y en lo que todos los representantes coincidieron, es que en los PrepTalks había pocas organizaciones y esto implica que los documentos finales pueden no plantear todas las problemáticas más relevantes de un país determinado sino las que cuenten con mayor peso en la discusión, ya que “nadie puede achacarse la representación de toda la sociedad civil”, como afirmó Moira Vargas de Bolivia.
Carlos Rodríguez de Colombia agregó que “puede ser parcializado hacia las OSC que hacen parte de estos ejercicios. Hay organizaciones que se articulan para organizarse en un tema (…) puede ser una cooptación del espacio y que se posicionen unas temáticas no por relevancia sino por el número de organizaciones que se articulan”.
Finalmente, otro aspecto que es necesario trabajar es el de hacer las convocatorias con mayor tiempo para que las organizaciones de sociedad puedan confirmar su asistencia. Esto también ahondaría en tener mayor participación en los espacios.
No obstante, desde el Foro Ciudadano de las Américas reconocemos este esfuerzo de la Secretaría de Cumbres, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades que atraviesa el mundo por las restricciones que ha impuesto la pandemia. Animamos a la OEA a seguir innovando en metodologías y escenarios de discusión que sean cada vez más plurales y amplios. Espacios donde quepan más y más voces de la ciudadanía de las Américas. El Foro y sus organizaciones están en total disposición de seguir trabajando por enriquecer estos diálogos.