La base fundamental de la democracia es la garantía plena de los derechos humanos para todas las personas. Sin distingo de sexo, género, raza, nacionalidad, posición política y partidaria, orientación sexual o cualquier otra razón por las que históricamente se ha discriminado y excluido.
Desde el proyecto PASCA nos unimos a esta celebración, hoy 15 de septiembre, recordando la importancia que tienen las organizaciones y los actores sociales en la construcción de sociedades cada vez más amplias, incluyentes y respetuosas de la diferencia.
Por lo tanto, queremos reivindicar la participación activa que dichas organizaciones y actores deben asumir para la incidencia en las agendas nacionales y regionales de nuestro continente. Hoy por hoy son muchos los retos que los países de las Américas enfrentan y la sociedad civil es clave en la superación de los mismos, en pro de la consolidación de los principios democráticos que nos guían.
En consecuencia, seguimos haciendo un llamado tanto a los gobiernos de nuestro continente como a la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que trabajen de la mano y de manera respetuosa con la sociedad civil y sus distintas organizaciones, para de esta manera encontrar las mejores soluciones a nuestros problemas como países.