Los datos que se proveen son los últimos que están disponibles
Índice de desarrollo Humano | 0.77 (2017) |
Población | 124.738.000 (2018) |
PIB per cápita | 9.180 (2018) |
Índice de Gini | 43,4 (2016) |
Índice de pobreza multidimensional | 0.025 (2018) |
México ha atravesado por escándalos de corrupción que apenas alcanzan a reflejar la magnitud de este flagelo que está fuertemente arraigado en la cultura política y en la cultura ciudadana. Lo que se ha develado es apenas la punta del iceberg que no se alcanza a divisar por completo. Algunos casos tan sonados como el de Pemex o el conocido como “La Estafa Maestra”, una investigación titulada así y que demostraba la red de corrupción tanto estatal como privada, demuestran que la corrupción ha creado tramas muy complejas y difíciles de hallar.
Esto ha derivado en desconfianza hacia el Estado y la pérdida de credibilidad en las instituciones. Para ilustrar, Transparencia Internacional cada año publica un informe por país en el que evalúa la percepción de corrupción. Cuando publicó el estudio de 2018, los resultados de México resultaron preocupantes: obtuvo el puesto 138 entre 180 países. Esta es la peor puntuación histórica del país. Puede ser explicada por la sucesión de gobiernos laxos con este crimen.
Una caso que ilustra esto es la presidencia de Felipe Calderón, quien gobernó en el sexenio 2006 – 2012. En el reportaje “La Estafa Maestra” de Animal Político, se asegura que el modelo de subcontratación para desviar recursos es usado desde 2010. Pese a las pruebas y los testimonios que probaban esto, hasta 2018 no había nadie en prisión. Este entramado tan complejo demostraba el empalme entre actores gubernamentales, privados y civiles que se unían para estafar al Estado.
El papel del gobierno
Gracias a investigaciones periodísticas e investigaciones de emblemáticos casos como los anteriormente nombrados se ha podido constatar la importancia de actores dentro del gobierno para cometer los delitos. Por medio de contrataciones irregulares, concesión de contratos y otras artimañas.
De acuerdo con Luis Pineda de DECA – Equipo Pueblo, organización miembro del Foro Ciudadano de las Américas, la corrupción está en todos los niveles, desde el oficial de más bajo rango a los altos cargos. Esta afirmación de Pineda puede ser corroborada con cifras de Transparencia Internacional de 2017 que muestran que el 51% de los ciudadanos han pagado un soborno. Este mismo estudio afirma que el 40% pagó un soborno para acceder a un servicio público o la salud.
Pineda continúa diciendo que si bien existe la legislación y es muy completa, ese no es el problema, sino la desconfianza que tienen los ciudadanos en el sistema. Esto se debe a que un tercio de los denunciantes sufren represalias, eso si es que denuncian, pues solo 1 de cada 10 afectados lo hacen.
Los actores privados
Ahora bien, a esto se le suma otro actor relevante: los empresarios y otros actores privados. Estos han tenido un rol clave en el desarrollo de este flagelo. Esto se da por un trabajo mancomunado entre algunos actores del gobierno y privados. Uno de los ejemplos más renombrados es la multinacional brasileña Odebrecht que pagó coimas y campañas presidenciales para obtener grandes contratos estatales.
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Luis Pineda afirma que el gobierno mexicano se convirtió en un repartidor de riquezas para un grupo minoritario, en este caso, los privados. Esto se produce tras el ingreso a la política de familias tradicionalmente empresarias y politizando sus intereses privados. En últimas, esto se convierte en políticas o falta de éstas para favorecer a cercanos. Asegura Pineda que de esa forma y con ese objetivo fueron creados los partidos políticos PRI y PAN.
Cultura ciudadana
A esto se suma que la ciudadanía ya parece ver como normal la corrupción e incluso la practican para acceder a algunos servicios. Además, la falta de denuncia y control que reina, permiten divisar un panorama mucho más completo.
Tras la elección de Andrés Manuel López Obrador como presidente, los ciudadanos se manifestaron optimistas. El 48% creía que la corrupción disminuiría en un año. En lo corrido de su mandato ha implementado algunas medidas que incluyen una “limpieza” de los cargos públicos y un recorte fuerte para evitar cargos innecesarios, es decir, un mayor gasto del Estado.
Y si bien es cierto que hasta ahora está empezando su mandato hace falta parte de la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción, que permitirá que haya un organismo vigilando las acciones de las organizaciones y los gobiernos federales desde las mismas regiones.
Hace falta mayor educación para una cultura de la transparencia, la legalidad y la defensa del Estado. Si a esto se adiciona la participación de organismos regionales como el Foro Ciudadano de las Américas en la visibilización de los problemas actuales, habría un frente más sólido capaz de proteger los bienes de los mexicanos.