Finalmente llegó uno de los grandes hitos que el Foro Ciudadano de las Américas estuvo esperando por más de dos años. Tiempo en el que más de veinte organizaciones de la sociedad civil del continente se propusieron trabajar en equipo para hacer seguimiento a los mandatos de la Cumbre de Panamá y elaborar una agenda común alrededor de los temas principales de interés, en el marco de sus respectivos contextos nacionales
Aunque los eventos oficiales de la Cumbre comenzaron el día 12 de abril, el Foro Ciudadano unió esfuerzos con la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAD) para propiciar lo que se denominó “Encuentro de sociedad civil en tiempos extraordinarios”. Del 10 al 12 de abril se desarrollaron eventos en conjunto con otras organizaciones sobre las problemáticas actuales del continente y alrededor del tema central de la Cumbre que fue la lucha contra la corrupción
Los convocados a los eventos llegaron de casi todos los países del hemisferio, enriqueciendo las discusiones y proveyendo al Encuentro de las más variadas perspectivas e ideas sobre lo que acontece en nuestra región.
Por supuesto, uno de los tópicos centrales fue la grave crisis política y social que vive Venezuela. El capítulo nacional de Transparencia, junto con REDLAD y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), fue el encargado de liderar la discusión sobre el particular.
También se hace necesario destacar la participación de la CIDH en el Encuentro de sociedad civil. Sobre todo, de su secretario ejecutivo,Paulo Abrão. En el marco dicho evento la Comisión hizo la presentación oficial de la Resolución 1-18 que aborda el tema de la corrupción y los derechos humanos. Para lo anterior, no sólo se contó la presencia de Abrao y de algunos comisionados, sino del mismo Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Es imprescindible agradecer a todas las organizaciones que hacen parte del Foro Ciudadano de las Américas; a la CIDH; al Grupo de Estudios Multidisciplinares sobre Religión e Incidencia Pública (GEMRIP); a Sentiido y a todo el equipo de trabajo de REDLAD. Sin todo ese equipo humano el proyecto PASCA no hubiera llegado a buen puerto. Sin todo el apoyo y el trabajo que durante más de dos años se ha dedicado el hito que se marcó en Lima no hubiera sido posible.
La VIII Cumbre de las Américas fue, sin duda, un escenario mucho más amable que la Cumbre de Panamá en muchos sentidos. Su tema central y la metodología en coaliciones que el gobierno peruano decidió aplicar, pese a los inconvenientes, obligó a que las organizaciones tuvieran innovar y reflexionar de maneras distintas, además de colaborar y dialogar entre ellas. Asimismo, Lima fue una oportunidad para posicionar nuevos temas, como el que la coalición liderada por GEMRIP propuso en esta ocasión para este evento hemisférico; un diálogo solidario, serio y con argumentos sobre las religiones, la diversidad sexual y los derechos sexuales y reproductivos.
Un espacio para la reflexión:
Desde el Foro Ciudadano de las Américas y REDLAD, la organización que funge como Secretaría técnica del primero, se quiso habilitar un espacio para la reflexión sobre los problemas que actualmente aquejan a nuestras sociedades, y no sólo los de tipo político y social, sino incluso los de tipo culturales.
Por lo anterior, los baños fueron espacios para pensar cómo la discriminación y la segregación los ha construido y los ha dispuesto para cada uno de las personas a través de la historia. “El baño, por lo menos en la esfera pública, luego de la Revolución Industrial se convirtió en un lugar de separación, de división entre hombres y mujeres. Hacia finales del siglo XIX, cuando las necesidades del sistema capitalista lo demandaron, ellas salieron de sus casas a trabajar en las fábricas y talleres. En ese entonces, decían las “buenas costumbres” que era imperativo proteger la virtud de las mujeres, es así como surgieron los baños para hombres y los baños para mujeres”, rezaba una parte del texto curatorial que acompañaba la intervención que se hizo.
El lobby del evento estuvo dedicado a la memoria de Lohana Berkins, una actvista trans argentina, precursora de la ley de identidad de género en su país y de muchas otras conquistas de las personas trans.
Los otros espacios y salones también tuvieron el nombre de importantes personajes que aportaron, cada uno desde sus visiones y luchas, a los movimientos sociales de sus países. El auditorio fue
un homenaje a Marielle Franco, activista feminista y lesbiana de Brasil.
Los otros salones, como el ágora, un espacio cuya disposición quiso romper con lo clásico de un auditorio, fue nombrado como “Berta Cáceres”. Luchadora hondureña por el medio ambiente que fue asesinada en 2016.
También se le rindió tributo a un líder afrocolombiano, es así como se le llamó a otro salón “Temístocles Machado”, quien también fue asesinado en 2018 por su lucha en defensa de la integridad de su territorio.
Hubo otras intervenciones que dotaron los espacios de otros sentidos, como el Monitor Civicus, ubicado en el auditorio “Marielle Franco”, cuyo principal objetivo fue el de evidenciar el estado del ambiente habilitante en cada uno de los países del continente a través de las observaciones y aportes de cada uno de los asistente al Encuentro.
Asimismo, se quiso proporcionar un espacio para la memoria a través de un contra-calendario (inspirado en la iniciativa del Instituto Goethe); en cual los participante, en un espacio determinado de una década, contara qué eventos relevantes son merecedores de recordar para el movimiento social de sus países.
Finalmente, siguiendo con la intención de rendir homenaje y hacer memoria, en el ágora “Berta Cáceres”, en una pared se recordó a varios activistas y líderes asesinados de nuestra región. Ellos representan un “cuerpo social” que está siendo amenazado. “La muerte de un/a activista mutila una parte del cuerpo social, mutila los ojos que vigilan al poder, las voces que se alzan contra la injusticia y la desigualdad, las manos que construyen puentes de articulación, los pies que cruzan fronteras y logran cambios… Hemos perdido corazones, ideas, voces, miradas. Este es un espacio de memoria y de reflexión. Un homenaje a quienes nos han sido arrebatados”, rezaba el texto que acompañaba sus nombres.