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25 noviembre, 2016

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El libre acceso a la información es un derecho

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Imagen tomada de: www.martinrosua.com.ar

Recientemente se cumplieron seis años desde que la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobara una ley modelo de acceso a la información, la cual ha sido un mandato fundamental para que ya 26 países, según el propio organismo hemisférico, tengan actualmente algún tipo de regulación, normativa o ley al respecto.

Asimismo, en el escenario internacional existen otras herramientas jurídicas que reconocen ese derecho como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (1969) en su artículo 13 y la Declaración Interamericana de Principios sobre Libertad de Expresión (2000).

Este año, por ejemplo, en Argentina se aprobó finalmente una ley que garantiza el acceso a la información pública (AIP). En 2014 Paraguay hizo lo propio, y algunos otros países vienen registrando importantes avances en esa materia, como lo registra el más reciente informe Saber Más VIII de la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información.

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Es importante recalcar que el AIP es vital para ejercer las libertades de expresión y de prensa, tan golpeadas en los últimos años en nuestra región, y que aún siguen siendo una deuda pendiente en muchos países. Pese a que en el papel están garantizadas no existen herramientas concretas para materializarlas.

Aún falta mucho por recorrer en el camino de garantizar un acceso libre. Es más, el hecho de aprobar una ley o expedir una normativa en ese sentido no es suficiente. Sobre todo, si aún subsisten en la mayoría de países del continente prácticas y costumbres burocráticas que impiden que se materialice de manera satisfactoria y que deben ser revisadas para que organizaciones de la sociedad civil, periodistas, la ciudadanía en general u otros actores sociales puedan ejercer el derecho en cuestión.

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Durante un reportaje que recientemente publicó el Centro de Noticias de la OEA, sobre la ley modelo, la diputada del Congreso argentino, Karina Banfi, manifestó que “el acceso a la información pública es una herramienta fundamental para todo estado democrático porque es la verdadera empoderación del pueblo. El pueblo informado puede expresarse mejor, puede elaborar mejor sus pensamientos y sin duda puede elegir mucho mejor a sus representantes”.

Por lo tanto, recordemos siempre que la libertad de información, el acceso a ella y su difusión son un derecho fundamental, y las organizaciones sí que lo saben.