
En Cancún se llevó a cabo una nueva edición de la Asamblea General de la OEA. Por primera vez en la historia del organismo multilateral México fue anfitrión de este evento hemisférico que convocó a todas las autoridades y misiones, así como a un extenso número de organizaciones de la sociedad civil, de líderes sociales y políticos y del sector privado. El tema central de la Asamblea fue ‘Fortaleciendo el diálogo y la concertación para la prosperidad’, y además contó con tres subtemas de trabajo: seguridad multidimensional, democracia y derechos humanos, y desarrollo integral.
Luego de un proceso de consulta con algunas organizaciones que tienen trabajo regional acompañado por la Secretaría General de la OEA, el gobierno mexicano decidió proponer esta vez nuevas metodologías de participación y de diálogo entre la sociedad civil y los representantes gubernamentales que tienen asiento en la OEA. En resumen, cada una de las organizaciones y actores sociales que quisieran participar de la Asamblea debían registrarse, como el procedimiento lo demanda siempre, pero esta vez debía inscribirse en una coalición, que podía ser conformada por mínimo 10 organizaciones habilitadas para participar en la Asamblea. Luego de conformada, la coalición debía inscribirse indicando uno de los segmentos donde quisiera intervenir (de los tres temas centrales de la Asamblea) y luego definir colectivamente una posición, la cual sería presentada ante las autoridades y gobiernos de la OEA.
Teniendo en cuenta las reglas de participación y el espacio definido, las organizaciones y actores sociales del Foro Ciudadano de las Américas conformaron una coalición que presentó sus insumos para el diálogo entre sociedad civil, el Secretario General Almagro y jefes de delegaciones oficiales de los países.
El posicionamiento del foro fue construido sobre la base del diálogo que ha avanzado que el líder del proceso en México, Equipo Pueblo, con organizaciones y otros actores de sociedad civil en el país. El documento presenta una parte diagnostica de la situación social y política que vive nuestra región, y presenta propuestas concretas para avanzar tanto en el debate como en la materialización de soluciones a nuestros problemas. Entre las cuales podemos resaltar la necesidad de:
- Asegurar medidas para la Gobernabilidad Democrática, aplicando de manera efectiva y oportuna políticas públicas nacionales para erradicar la corrupción con todas las instancias y recursos.
- Garantizar el ejercicio y justiciabilidad de los Derechos Humanos, en su perspectiva integral, incluyendo la defensa de la tierra, el territorio y la conservación del medio ambiente, en el marco de los instrumentos internacionales y las legislaciones de Derechos Humanos.
- Hacer efectivos los mecanismos de protección a defensoras y defensores de los Derechos Humanos; garantizar la libertad de asociación y el derecho a la participación, más allá de los procesos de electorales.
- Exigir el cumplimiento de los Compromisos de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA), para asegurar la transparencia, la rendición de cuentas y la participación activa de la sociedad civil en todos los países.
- Promover políticas públicas para erradicar la pobreza en todas sus dimensiones, con indicadores claros, precisos y adecuados a la realidad del país, con un diseño institucional que genere una política social integral, alineadas a la Agenda 2030, en todas sus dimensiones: económica, jurídica, política y cultural.
- Cumplir con los Principios de Estambul y el Foro de Alto Nivel de Busan, para asegurar un ambiente propicio para el desarrollo e incidencia de las organizaciones de la sociedad civil.
- Apoyar la cohesión de las organizaciones de la sociedad civil a nivel regional, para el diálogo y posicionamiento ante los espacios multilaterales.
Dando clic acá puede conocer el documento completo sobre el Posicionamiento de la Coalición Foro Ciudadano de las Américas ante la 47° Asamblea General de la OEA.