Personas y organizaciones parte del Foro Ciudadano de las Américas reconocen en la OEA y sus autoridades cierta voluntad por integrar las voces ciudadanas a los procesos que llevan adelante y en algunos eventos que se organizan, principalmente las Asambleas Generales y las Cumbres de las Américas.
Desde hace ya un tiempo la OEA ha venido convocando varias reuniones informativas en distintos países del hemisferio denominadas “Cumbres 101”, liderada desde Washington por la Secretaría de Cumbres e implementada en los países por las oficinas nacionales de la OEA. Desafortunadamente, a pesar de la voluntad, estos espacios se tornan limitados y poco productivos, y pareciera como si no permaneciera el espíritu de diálogo y el proceso de inclusión que la oficina de relacionamiento con Sociedad Civil de la OEA ha construido de forma colectiva con la ciudadanía latinoamericana.
La última convocatoria se hizo en el mes de septiembre con el objetivo de socializar el Compromiso de Lima y de conocer el quehacer de las organizaciones de sociedad civil respecto de la lucha contra la corrupción.
Consultando a algunos participantes en diferentes países como Argentina, Colombia, Guatemala, Panamá y Perú, coincidieron en varias conclusiones que son similares a algunas obtenidas tras las reuniones de Cumbres 101 realizadas antes de la Cumbre de Lima y que fueron oficialmente remitidas por REDLAD y el Foro Ciudadano a la Secretaría de Cumbres de la OEA.
En cuanto a la convocatoria, no ha sido fácil identificar cómo se hizo. Informaciones oficiales de la Secretaría de Cumbres indicaron que fueron invitadas las organizaciones que diligenciaron la evaluación del proceso de Cumbres, pero múltiples organizaciones que tomaron la encuesta no recibieron la invitación. Adicionalmente, las convocatorias de la OEA siempre han sido amplias e incluyentes con las organizaciones registradas oficialmente ante el organismo, no se entiende porqué en este caso el criterio de acceso cambió.
La participación fue baja, según nuestras fuentes consultadas; alrededor de cinco a seis personas por país, posiblemente por la convocatoria cerrada, aunque es necesario también indicar que, en la mayor parte de los escenarios abiertos en los países, el número de preinscritos no coincidió con el de participantes.
El objetivo principal de Cumbres 101 era brindar información a las y los participantes sobre la fase de seguimiento de la VIII Cumbre, llevada a cabo en abril de 2018, así como propiciar un espacio de diálogo sobre el trabajo que la sociedad civil y actores sociales vienen adelantando en materia de prevención y lucha contra la corrupción. Sin embargo, las personas consultadas dicen no haber tenido muy claro ese objetivo desde el principio.
Ahora, aunque mejoró en relación a la reunión pasada, la metodología sigue teniendo oportunidades para la innovación y la creatividad. La OEA dispuso un par de matrices en los que se les consultaba a los participantes cuál era el quehacer de sus organizaciones, sus objetivos y qué estaba haciendo o habían hecho en temas de lucha contra la corrupción. Luego de eso hubo un trabajo en grupo en el cual se hicieron varias recomendaciones para la construcción del mecanismo de seguimiento.
Como siempre, desde REDLAD y el Foro Ciudadano de las Américas podemos promover nuevas metodologías o fórmulas de diálogo, si hay voluntad para la construcción colectiva, como se ha visto en la oficina de Relacionamiento con Sociedad civil y en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.