Por Alejandra Santos Cubides, equipo Redlad
La ciudad de Lima-Perú fue anfitriona de la 52 Asamblea General de la OEA, llevada a cabo del 5 al 7 de octubre y cuyo tema fue “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”. Esta edición de la Asamblea buscaba responder al aumento de las brechas sociales en la región, las cuales se han profundizado a partir de la pandemia generada por el Covid – 19.
En medio de las intervenciones durante el diálogo de jefes de delegación con representantes de organizaciones de sociedad civil y otros agentes sociales, se presentaron distintas visiones desde coaliciones de sociedad civil y gobiernos sobre la referencia a “mujeres en toda su diversidad” y la adopción del enfoque interseccional en resoluciones a aprobar en la Asamblea. Por un lado, se resaltó la importancia de tener miradas diferenciales de las discriminaciones por edad, etnia, discapacidad, orientación sexual, identidad de género, lugar de residencia, entre otros. En contraparte, se aludió que no existe un consenso sobre ciertos términos y definiciones, que a su modo de ver no se encuentran en legislaciones nacionales y tratados internacionales de Derechos Humanos ratificados por algunos países en concreto, también refiriéndose a que términos como “mujeres en toda su diversidad” pueden ser ambiguos y desvían la lucha en contra de la “verdadera discriminación”.
En medio de este contexto, desde Redlad y el FCA hemos propiciado diversas discusiones alrededor del enfoque interseccional. La interseccionalidad es un concepto que, desde nuestra perspectiva, permite recoger desigualdades y discriminaciones históricas, que busca revertir los efectos negativos y avanzar en la construcción de agendas comunes sin desdibujar las agendas y luchas propias de los grupos poblacionales. Sin embargo, reconocemos que es una visión, entre muchas otras herramientas útiles para comprender las reivindicaciones sociales.
Con el propósito de ampliar el diálogo en torno a la interseccionalidad y enriquecer el mismo a partir de distintos puntos de vista y experiencias, impulsamos el evento “Aproximándonos a la Interseccionalidad, un diálogo en el marco de la 52 AGOEA” el 4 de octubre, en la ciudad de Lima.
Para la apertura nos acompañó Paulina Corominas, jefe de la sección de relaciones con la Sociedad Civil de la OEA, quien resaltó que la interseccionalidad es un concepto relevante, político y polémico. Desde la Secretaría de Acceso a Derechos y Equidad celebraron el lema elegido en la Asamblea, y resaltaron la necesidad de un enfoque interseccional y transversal para atender las necesidades de la población, también como una herramienta de trabajo sobre políticas públicas.
Se dio paso al diálogo con las panelistas, facilitado por Diana Silva por parte de Redlad. Las tres intervenciones proporcionaron distintas formas de entender y experimentar la interseccionalidad, lo que lleva a comprender que se trata de una categoría conceptual y metodológica viva que ha servido para diversos sectores sociales como apoyo para la acción y la transformación. A continuación, los principales aportes de cada panelista.
Natasha Jiménez, de Mulabi – Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos, compartió aportes respecto al abordaje de la interseccionalidad desde los estándares interamericanos. Mencionó que la jurisprudencia del Sistema Interamericano utiliza la interseccionalidad, lo cual se ha evidenciado en algunas publicaciones clave y sentencias. Llama la atención el caso de Vicky Hernández, ya que era una mujer, trabajadora sexual, que vivía con VIH y desarrollaba una actividad en defensa de los derechos de las mujeres trans, lo que implicaba que se encontraba en una posición de vulnerabilidad en donde confluyeron múltiples factores de discriminación, que el enfoque interseccional permite visibilizar. Este caso también ejemplifica cómo, en palabras de Natasha: “el considerar la identidad de género constituye un factor que puede contribuir de forma interseccional a la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia basada en su género”.
Elizabeth Campos, coordinadora de la coalición por la dignidad de las personas con discapacidad en las Américas, se refirió al concepto de discapacidad como un concepto que se viene transformando y evolucionando, por esta razón es necesario comprender la discapacidad en todos sus aspectos, para incluir a todas las personas. Se habla de discapacidad en toda su diversidad. Una persona puede tener diversas identidades, por ejemplo, en condición de discapacidad, LGBTIQ+, indígena, lo que implica también que pueden existir múltiples factores de discriminación. Por ello, Elizabeth recalcó la necesidad preguntarse por las responsabilidades de los Estados y la Sociedad Civil en su conjunto respecto al capacitismo y las pocas o nulas medidas que existen para reducir las barreras, ya que, a medida que se remueven barreras, disminuye la discapacidad.
Maria Jennie Dador, Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos en Perú, desde su experiencia de trabajo local en Derechos Humanos, resaltó que no a todas las personas se les tortura de la misma manera, sino que depende de sus características. Hay violencias direccionadas contra determinado tipo de poblaciones, afectaciones por la identidad misma y, en consecuencia, vulneraciones diferenciadas para atacar determinados tipos de colectivos. Por esta razón, es importante estructurar un marco de violaciones para que no pasen por alto y trabajar desde la interseccionalidad, que en lugar de desaparecer otras categorías, las pone a la luz. Esto también puede generar resistencias y tensiones dentro de las organizaciones. Por ello, la interseccionalidad es una herramienta, que no se aterriza solamente nombrando los conceptos, también debe estar acompañada de un proceso de capacitación y experticia de abordaje.
Patricia Gálvez, de CEDEAL, se encargó de recoger consensos, perspectivas de trabajo y cierre a partir de las intervenciones de las panelistas. Destacó la importancia de articular la perspectiva diferenciada de los trabajos de cuidado no remunerados ejercidos por mujeres.
Adicionalmente, se generaron reflexiones por parte del público que permitieron dimensionar que la interseccionalidad se ve reflejada en la experiencia diaria sobre el ordenamiento del territorio, ciudades, ruralidades, que también está atravesado por los cuerpos que se habitan de forma distinta. Involucrando también temas como el racismo, el machismo y la heteronormatividad. Estas conversaciones permiten que Redlad pueda hacer un ejercicio de revisión constante y enriquecimiento de su perspectiva de trabajo. Sin duda alguna, se seguirán generando reflexiones conjuntas para continuar involucrando distintos sectores, grupos sociales y sus respectivas agendas de trabajo. Haga clic aquí para ver la transmisión del evento.