Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han vivido algunos procesos internos interesantes y cruciales para su funcionamiento de los próximos años. Por un lado, por cuenta de la renovación de mandatos de algunos cargos y, por otro, por los retos que les ha impuesto la pandemia a su accionar en el hemisferio.
Los planes de hacer la 50° Asamblea General en Bahamas se frustraron por cuenta de las restricciones en movilidad, recomendaciones sanitarias por parte de los expertos y el distanciamiento físico impuesto por muchos gobiernos para contener la propagación del COVID-19. El 12 de marzo, en pleno Consejo Permanente, Bahamas retiró oficialmente la intención de ser la sede de la próxima cita continental. “Por precaución, Bahamas tomó la decisión de dejar de ser la sede de la 50ª Asamblea General en Nassau este junio”, dijo el embajador Sidney Stanley Collie. El día anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) habría de declarar al coronavirus como una pandemia mundial.
Así las cosas, por el momento, realizar la Asamblea General de manera presencial es imposible. Los aeropuertos internacionales de la mayoría de los países están cerrados y lo seguirán casi por el resto del año. La OEA estudia, entonces, opciones de realizarla de manera virtual en el mes de octubre, pero se entiende que es un reto monumental, sobre todo, porque exige garantías de participación para muchos actores sociales y de sociedad civil que estaremos vigilantes a que se respeten los espacios y protocolos ya conquistados hasta ahora.
Por el momento ya se eligió un tema central para dicho evento hemisférico: “Enfrentando los desafíos del COVID-19 en el Hemisferio: un enfoque colaborativo para abordar vulnerabilidades y construir resiliencia en tiempos de crisis, con base en los cuatro pilares de la OEA”.
Por otro lado, este año tenía que renovarse el período de Secretario General de la organización. En el proceso se postuló para la reelección Lui Almagro y dos personas más: Hugo de Zela de Perú y María Fernanda Espinosa de Ecuador, ambas con amplia experiencia en el ámbito internacional, temas interamericanos y de relaciones exteriores.
Durante los primeros dos meses de 2020 se realizaron varios eventos públicos con los candidatos y la candidata, ellos y ella pudieron exponer sus propuestas y hojas de vida en varias intervenciones que hicieron en el seno de la OEA y, desde sociedad civil, pudimos manifestar nuestras principales inquietudes el 5 de marzo en la sede del organismos multilateral. Muchas organizaciones tuvimos la oportunidad de enviar preguntas a través de un mecanismo previamente establecido.
Las principales apuestas de Almagro estaban dirigidas a seguir con una agenda política de incidencia en países como Venezuela y Nicaragua. Asimismo, destacó su gestión en materia diplomática y financiera de la organización. Por su lado, de Zela insistió durante toda su campaña en volver a los principios fundantes de la OEA y despersonalizar el rol del Secretario General.
Finalmente, Espinosa afirmaba constantemente que la Secretaría General debería reflejar las posiciones de los Estados miembros y sus decisiones, no expresar posiciones personales ni ideologías particulares, apostaba a una modernización de la institucionalidad de la OEA y a profundizar el enfoque de género.
La votación se realizó el día 20 de marzo y el actual secretario Almagro logró 23 votos contra 10 que obtuvo Espinosa. Se necesitan 18 votos como mínimo para ser elegido como Secretario o Secretaria General, por lo tanto, Almagro los consiguió de sobra, pero sin la amplia mayoría, casi unanimidad, que lo eligió hace cinco años.
Otro suceso importante que está sucediendo en las últimas semanas es la renovación del cargo en la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, en el que actualmente se encuentra el uruguayo Edison Lanza.
El 10 de enero de este año, la CIDH abrió la convocatoria para recibir las postulaciones para el cargo en la Relatoría. Luego de tres meses, el 29 de abril, la Comisión dio a conocer los nombres de la lista de las diez personas finalistas, cuyas hojas de vida estuvieron en observación y comentarios.
Con ese propósito, seis organizaciones del continente, en las que se encontraba Redlad (Secretaría Técnica del FCA) se unieron para realizar el 11 de junio un conversatorio virtual (en dos sesiones: mañana y tarde) con los candidatos y las candidatas llamado “Camino a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión”. En dos paneles distintos y moderado por dos reconocidas periodistas, se escucharon las propuestas y se conoció más a fondo el conocimiento de cada uno de ellos y ellas en los temas de interés.
Finalmente, el pasado 13 de julio la Comisión dio a conocer la lista final de las cinco personas elegidas para las entrevistas que se harán entre el 14 y 15 de septiembre de este año. Hasta esa fecha no se conocerá el nombre del reemplazo de Edison Lanza que está entre las siguientes personas: Ana Cristina Ruelas Serna de México; Carlos Martín Lauría de Estados Unidos; Damián Miguel Loreti de Argentina; Paula Ligia Martins de Brasil y Pedro Vaca Villarreal de Colombia.