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30 abril, 2019

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brianalvaradopino

Otro primero de mayo

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Nuevamente los trabajadores y trabajadoras de América Latina se volcarán a las calles de sus ciudades para conmemorar un nuevo Día Internacional del Trabajo. Una fecha que fue instituida a finales del siglo XIX en una reunión internacional de obreros hecha en París en el 1889, haciendo un tributo a la huelga que se dio el 1 de mayo de 1886 en la que trabajadores, principalmente de Chicago, exigieron mejores condiciones laborales.

¿Pero cuáles son las condiciones actuales de trabajadores y trabajadoras? ¿Cuáles son los niveles de empleo de en nuestra región? ¿Qué tanto beneficia el desarrollo económico de algunos países a sus clases trabajadores o medias? ¿Cuáles son las nuevas necesidades que tenemos en materia laboral? Son muchas las preguntas que tienen respuestas complejas.

No se puede negar que a lo largo del siglo XX hubo otros importantes avances, catalizados movimientos obreros, en materia de derechos sociales, económicos, políticos y culturales para la mayor parte de la población en América Latina. Las condiciones de las que gozan hoy muchas personas en sus trabajos habrían sido inimaginables a finales del siglo XIX. Sin embargo, debemos mirar en perspectiva que todavía faltan muchas por hacer, que todavía hoy existen amenazas a esas conquistas en derechos y, sobre todo, que hay personas trabajadoras que nunca se han visto beneficiadas del progreso o desarrollo de sus países.

Según índices de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) los índices de desempleo en la región van cada año en aumento. Mientras que a finales de 2017 la cifra era de un 6,1% en promedio, en 2018 subió a un poco más del 9% y las cifras en este 2019 no parece que vayan a mejorar.

Hay una desaceleración económica que afecta principalmente a los puestos de trabajo, hay crisis políticas y migratorias que imponen retos a los gobiernos, al sistema económico y a la misma sociedad civil.

Por otra parte, también hay retos que vienen con el avance tecnológico. Avances que nos llevan a pensar la educación, el mercado laboral y profesional de otras forma. El informe “1 de Mayo: Una mirada al futuro del trabajo” de la Universidad del Rosario en Colombia nos llama a la reflexión precisamente en ese ámbito.  

“El trabajo del futuro demanda formación y aprendizaje constante que determina para los ciclos educativos la necesidad de incorporar procesos académicos por competencias y habilidades centradas en ‘aprender a aprender’ para afrontar el cambio que caracteriza el trabajo del futuro”, indica Iván Daniel Jaramillo Jassir, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y autor del informe.